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Mafia operó red de estafa a ancianos desde Call Center en RD

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Dieciséis personas, entre elllas once dominicanos, fueron acusadas de estafar a personas de edad avanzada de origen estadounidense, con millones de dólares.

Los encartados conspiraron para cometer fraude postal, electrónico y lavado de dinero, figuran con los nombres de: Juan Rafael Parra Arias (Yofre), 41 años; Nefy Vladimir Parra Arias (Keko), 39 años; Nelson Rafael González Acevedo (Nelson Tech), 35 años; Rafael Ambiorix Rodríguez Guzmán (Max Morgan), 59 años; Miguel Ángel Fortuna Solano (Botija o Boti), 41 años; Félix Samuel Reynoso Ventura (Fili o Filly The Kid), 37; Carlos Javier Estévez, 45; Luis Junior Rodríguez Serrano (Junior), 27 años; Miguel Ángel Vásquez (Miguel Disla), 24; Jovanni Antonio Rosario García (Porky o Chop), de 45 años; y José Ismael Dilón Rodríguez, de 34.

Según la acusación, revelada en Newark, Nueva Jersey, los acusados participaron en una estafa operada desde centros de llamadas en República Dominicana.

Otras cinco personas fueron acusadas mediante denuncia de conspiración para cometer fraude electrónico como parte del mismo plan. Estos son Endy José Torres Morán, de 21 años, de Brooklyn; Ivan Alexander Inoa Suero, 32 años, de Nueva York; Jhonny Cepeda, 27 años, de Nueva York; Ramón Hurtado, de 43 años, de Nueva York, y Yuleisy Roque, de 21 años, del Bronx.

Se alega que los cinco acusados en la denuncia actuaron como mensajeros que recogieron dinero en efectivo de víctimas defraudadas en Nueva Jersey, Nueva York y otros lugares.

“Como se alega, estos 16 acusados se aprovecharon del amor y la devoción familiar de los abuelos, estafándolos con millones de dólares”, dijo el fiscal federal Sellinger para el Distrito de Nueva Jersey.

Según documentos presentados en este caso y declaraciones rendidas ante el tribunal, Juan Rafael Parra Arias, Nefy Vladimir Parra Arrias y González Acevedo operaban “una sofisticada red de centros de llamadas en República Dominicana.

Entre sus presuntas víctimas se encontraban residentes ancianos de varios estados, incluidos Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania y Massachusetts. Los centros de llamadas victimizaron a cientos de estadounidenses mediante fraude y robaron millones de dólares”.

Esta red denominada “Los Abridores”, llamó a víctimas ancianas en los Estados Unidos y se hicieron pasar por hijos, nietos u otros parientes cercanos de las víctimas.

“Los centros de llamadas utilizaron tecnología para hacer parecer que las llamadas provenían del interior de los Estados Unidos. Por lo general, a la víctima se le decía que su nieto había tenido un accidente automovilístico, había sido arrestado en relación con un accidente y necesitaba ayuda”, establece el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

Indican que una vez que Los Abridores engañaron a las víctimas haciéndoles creer que sus seres queridos estaban en graves problemas, otros que trabajaban en los centros de llamadas, conocidos como “Cerradores”, supuestamente se hicieron pasar por abogados defensores, agentes de policía o personal judicial y convencieron a las víctimas para que proporcionaran miles de dólares en efectivo para ayudar a sus seres queridos.

“En esta ‘estafa de abuelos’, los acusados supuestamente se hicieron pasar por nietos en apuros, alegando, por ejemplo, que habían sido arrestados después de un accidente automovilístico que involucró a una mujer embarazada que luego tuvo un aborto espontáneo, y que necesitaban efectivo inmediato para pagar la fianza o un abogado. Los abuelos, presas del pánico, pagaron rápidamente, a veces decenas de miles de dólares. Mi oficina está comprometida a proteger los derechos de todas las víctimas y procesaremos implacablemente a quienes supuestamente se dirigen a personas mayores vulnerables para robarles los ahorros que tanto les costó ganar”.

Según los documentos de la acusación, los Cerradores, incluidos los acusados Rodríguez Guzmán, Fortuna Solano, Reynoso Ventura y Estévez, normalmente decían a las víctimas que dieran el dinero en efectivo a mensajeros que enviaban a las casas de las víctimas para recoger su dinero. Otras veces, los vendedores indicaban a las víctimas que enviaran el dinero en efectivo por correo.

Una vez que se convencia a las víctimas de que dieran dinero en efectivo, los “Despachadores” del centro de llamadas, incluidos Rodríguez Serrano, Vásquez, Rosario García y Diloné Rodríguez, reclutaron y administraron una red de mensajeros con sede en Estados Unidos para obtener dinero en efectivo de las víctimas ancianas en todo el noreste de Estados Unidos.

Esos mensajeros, incluidos los cinco acusados en la denuncia, generalmente iban a la casa de las víctimas ancianas para recoger el efectivo, a menudo usando nombres falsos.