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Consumo materno de alcohol durante el embarazo y cambios en la estructura cerebral del bebé

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El consumo materno de bebidas alcohólicas durante el embarazo puede exponer al feto a un conjunto de afecciones denominadas trastornos del espectro alcohólico fetal. Los bebés que nacen con trastornos del espectro alcohólico fetal pueden sufrir dificultades de aprendizaje, problemas de comportamiento y retrasos en el habla y en el lenguaje. Pero ¿y si ese consumo de alcohol por la madre es bajo? Una investigación reciente ha explorado esa cuestión.

 

Valiéndose de la captación de imágenes del interior del cerebro mediante resonancia magnética, el equipo de los doctores Patric Kienast y Gregor Kasprian, ambos de la Universidad Médica de Viena en Austria, ha comprobado que el consumo de alcohol durante el embarazo, incluso en cantidades bajas, puede cambiar la estructura cerebral del bebé y retrasar su desarrollo.

 

La presentación oficial de los resultados de este estudio se hace en el marco del congreso anual de la RSNA (Radiological Society of North America).

 

La resonancia magnética fetal es un método de examen altamente especializado y seguro que permite hacer comprobaciones precisas sobre la maduración cerebral prenatal, tal como señala el Dr. Kasprian.

 

Para el estudio, los investigadores analizaron los exámenes de resonancia magnética de 24 fetos con exposición prenatal al alcohol. Los fetos tenían entre 22 y 36 semanas de gestación en el momento de aplicarles la resonancia magnética.

 

En los fetos con exposición al alcohol, el índice fTMS de maduración total fetal era significativamente menor que en los fetos de su misma edad sin exposición al alcohol, y el surco temporal superior derecho del cerebro era menos profundo. El surco temporal superior derecho está implicado en la cognición social, la integración audiovisual y la percepción del lenguaje.

 

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A la izquierda: cerebro fetal tras la exposición intrauterina al alcohol en un feto de entre 25 y 29 semanas de gestación. Obsérvese la corteza lisa en los lóbulos frontoparietal y temporal. A la derecha: cerebro de un feto sano no expuesto al alcohol, de entre 25 y 28 semanas de gestación. El surco temporal superior ya está formado bilateralmente (flechas rojas) y aparece más profundo en el hemisferio derecho que en el izquierdo. (Imágenes: RSNA / Dr. Patric Kienast)

 

Se observaron cambios cerebrales en los fetos incluso con niveles bajos de exposición al alcohol.

 

De entre las 24 madres, 17 de ellas bebían alcohol con poca frecuencia, con un consumo medio de menos de una copa a la semana.”No obstante, mediante la resonancia magnética prenatal, el equipo del Dr. Kienast pudo detectar cambios significativos en estos fetos.

 

Tres madres bebían de una a tres copas a la semana, y dos madres bebían de cuatro a seis copas a la semana. Una madre consumía una media de 14 o más copas a la semana. Seis madres también informaron de al menos una borrachera (más de cuatro copas seguidas en una ocasión) durante el embarazo.

 

 

(Fuente: NCYT de Amazings)